viernes, 12 de mayo de 2023

Feria de Abril, Sevilla

FERIA DE ABRIL DE SEVILLA. DEL 24 AL 27 DE ABRIL DE 2023

A finales del año pasado nuestras cabecitas ya estaban pensando destino flamenco para 2023. El Rocío está presente todos los años, aunque sabemos que será complicado. Este año no hemos organizado este viaje por mí, porque no me iba muy bien cogerme en el trabajo los días que era el Rocío. Así que decidimos organizarlo para ir a la Feria de Abril de Sevilla. En un principio éramos muchas las que queríamos ir, pero la realidad fue que la feria era de domingo a sábado y al tener que ir entre semana, la mayoría no pudieron cogerse los días. Finalmente fuimos Susana, Mari Carmen, Josefina y yo. 

Quedamos para mirar los vuelos, las horas y los días a finales de enero. Tras tenerlo claro, lo comunicamos al grupo de sevillanas, pero finalmente nadie más se apuntó. El día 2 de febrero quedamos para coger los vuelos. Miriam nos ayudó a buscar las mejores horas y los mejores precios. Salíamos el lunes 24 a las 13:05 horas de Valencia y volvíamos el jueves 27 a las 12:40 horas. Los billetes nos costaron 582,21€ o sea 145,55€ a cada una. Se suponía que la maleta de cabina iba incluída en el precio, pero en uno de los vuelos no fue así y tuvimos que pagarla a parte. 

Una semana antes quedamos para organizarnos un poco, a nosotras estas comboieras de quedar antes para hablar las cosas y hacer el comboi en general nos encanta. Quedamos la hora, la ropa, los zapatos, la maleta… y reservamos el parking del aeropuerto de Valencia. En esta ocasión el de larga estancia por 30€. 

El día antes de marchar, para hacer el chek in fue un caos. Lo reservamos a través de edreams, que pone que te hacen el check in 8 horas antes, pero si llego a levantarme ese día y no tengo dicho email, como dice Miriam, “m’agarre un insult”. Así que con la ayuda de Vanesa, que estaba con ella, me bajó la app de Vueling, con quien volábamos y finalmente pudimos hacerlo, pero me indicaba que las maletas no estaban incluídas, así que tuvimos que pagar 21€ más por poder subir una maleta de mano, que me parece una verdadera barbaridad. 

Preparadas, listas… ¡Ya!


Lunes, 24 de abril de 2023:


Habíamos quedado a las 8:30h, cogió el coche Josefina y nos pasó a buscar. Estaba yo duchándome tranquilamente, cuando mi madre entra en el cuarto de baño y me dice:

  • Marta, ¿tú sabes qué hora es?

  • No, ¿qué hora es?

  • ¡Las 8:30h!

Ostias, puse mal el despertador y estaba tranquilisima pensando que aún me quedaba tiempo de sobra. Me vestí en un abrir y cerrar de ojos, me quité la humedad del pelo y a las 8:40h estaba en la puerta de la calle. No fue grave, suerte que lo tenía todo preparado. 

Partimos hacia Valencia y aunque es raro para mí, salió todo normal. 

Llegamos a la hora que toca, el avión salió también sobre lo previsto, el vuelo bien, todo bien en general. 

A las 14:00h llegamos a Sevilla. El apartamento que reservamos el día después de coger los vuelos se llamaba Living Traiana House. Un acierto total. El señor que nos lo alquiló, aunque no lo vimos en persona, nos dio todas las instrucciones por WhatsApp y fue muy amable y muy atento, además nos recomendó un montón de bares para ir a comer y cenar, aunque no le hicimos ni puto caso.

El apartamento nos costó 581,97€. Me lo cobraron por adelantado el 17 de abril. En principio ponía que eran 620€, pero me cobraron menos, no sé porqué. 

Cuando llegamos a Sevilla, cogimos un autobús que nos dejó en la Torre del Oro. El apartamento estaba en el barrio de Triana, por lo que esa era la parada más próxima. 

Primero teníamos que ir a una casa ajena, abrir con un código y en el buzón que estaba abierto, estaban las llaves de nuestro apartamento. En dos minutos llegamos y la verdad es que nos sorprendió muy gratamente, tanto las instalaciones como la ubicación. Tenía dos baños, dos habitaciones, cocina, comedor y lo más importante, aire acondicionado, porque llegamos a estar a 40 grados, el calor esos días fue una barbaridad. 

Dejamos las maletas al apartamento y fuimos a comprar, que teníamos un Mercadona prácticamente debajo. Compramos comida para desayunar. 

Tras dejar la compra, fuimos a “comer”. 

Sí, eran casi las seis de la tarde, pero habíamos comido un bocata en el aeropuerto a las 12h de la mañana y la verdad es que ya apretaba el hambre. Ya lo he comentado varias veces en alguno de los blogs, que estos andaluces hasta las 12h no abren los bares, por lo que para almorzar mal y para merendar pues lo mismo. La cocina la tienen cerrada hasta las 20h y aunque lo de las tapas es muy típico allí, no nos sirvieron nada caliente en ningún sitio. Fuimos a un bar que Mari Carmen conocía de otra vez, el Miami. 

Comimos jamón, queso y ensaladilla. Luego tomamos un helado en una heladería que había al lado.



No fue una gran comilona, pero repusimos fuerzas para ir a quemarlas a la feria. Este primer día no nos vestimos de flamencas, nos arreglamos, que allí la gente que no va de flamenca, va como en una boda y nos fuimos para la feria. 

La llegada a la feria fue espectacular. Del apartamento estábamos a poco más de 15 minutos. Pero en seguida llegabas a la calle principal, que era impactante, porque al fondo veías la puerta de la feria y el mar de gente que iba hacía ella. Recorrer dicha calle nos costaba 10 minutos, pero realmente ya estabas al ambiente, por eso no se nos hacía largo. 

Lo dicho, llegar a la super puerta me impactó, por lo grande que era y por la cantidad de gente que había. 

Había 3000 casetas. No vimos ni la mitad de la feria, era inmensa. Fuimos a investigar a qué casetas podíamos entrar. 

Tras dar una vuelta entramos en una del ayuntamiento. Allí pedimos una jarra de rebujito. Había un tablao pequeño, que cabían como mucho cuatro parejas y la gente bailaba una sevillana y se bajaba, así que nosotras hacíamos lo mismo. 

Luego vimos la caseta de la Renault. Pensamos que sería pública. Mari Carmen preguntó y le dijeron que era para socios, pero como sólo éramos cuatro y había poca gente, nos dejaron entrar. Allí cenamos, aunque por dos tapas y una jarra de rebujito nos cobraron 40€. Había un grupo tocando y cuando terminó pusieron sevillanas, la verdad es que estuvo muy bien y tuvimos mucho sitio para bailar. 


Si no recuerdo mal, antes de irnos encontramos la caseta del PSOE y entramos a hacer unos bailes y como no, nos hicimos mil fotos con las luces de la feria antes de irnos definitivamente a dormir, que a lo tonto entre el viaje y la calor, el cansancio ya se adueñaba de nosotras. 


Cuando llegamos a casa nos dimos una ducha rápida, porque estábamos empapadas en sudor y de albero hasta la rodilla y a dormir. 

Había una publicidad de Cruzcampo que ponía: “Si el albero no te llega al tercer volante, ni es feria, ni es ná”

Yo el albero no sabía que era, me lo explicó Susana. “La terreta que diriem ací”. 

Y todos los días llegábamos de mugre hasta las rodillas, así que para nosotras parece ser que sí que fue feria. Ja, ja, ja. 












Martes, 25 de abril de 2023: 


Nos levantamos sobre las 8:30h, desayunamos y nos fuimos a visitar Sevilla. 

Palacio de San Telmo y Hotel Alfonso XIII

Antigua fábrica de tabaco y ahora universidad de Sevilla, facultad de filología. 

Plaza de España

La Giralda

Setas de Sevilla


Aquí en las setas, la última vez que estuvimos valía 3€ la entrada al ascensor para subir a la azotea y entraba una consumición. Esta vez quisimos subir y el precio era de 10€, 15€ con espectáculo de luces. Un robo, no subimos.

Fuimos a comer a un restaurante que encontramos en el centro que el menú estaba bien de precio, pero no recuerdo el nombre. Comimos sin más, no eran gran cosa. Luego marchamos a casa a hacer la siesta y a acicalarse. De camino a casa nos salió el BeReal:



Tras vestirnos de flamencas, nos fuimos a la plaza de toros a ver el ambiente. 

Susana y yo íbamos como las muñecas de Famosa, no nos daba más el vestido y llegamos muy tarde, casi a la hora de empezar la corrida. 

Pero aún vimos a dos jugadores del Sevilla, Lucas Ocampos y Papu Gómez. No teníamos ni puta idea de quién eran, pero como la gente se hacía fotos con ellos, preguntamos. 


Antes de ir a la feria, paramos a tomar un granizado en un kiosco y nos hicimos mil fotos por el camino. Y mirad como molan algunos de los semáforos de Sevilla.



Se hicieron fotos con nosotras, hasta unos señores de Turquía. 


Sobre las 20h de la tarde llegamos a la feria. Básicamente hicimos lo mismo que el día anterior, buscar casetas públicas, bailar la gana que tuvimos, dar una vuelta, beber rebujito, hacernos fotos… En esta ocasión Mari Carmen escuchó a unas niñas pedir una maceta y les preguntó qué era eso. Le dijeron que en vez de jarra pedían maceta, que era una litrona, salía la misma cantidad y era más barata. Pero comprobamos que no en todas las casetas las servían. 


Sobre la una de noche nos fuimos a dormir con el cupo del día cumplido.








Miércoles, 26 de abril de 2023: 


Este día fuimos a la feria por la mañana, que abría sus puertas a las 12h, pero antes, fuimos a comprar calzado y a dar una vuelta. 



Susana el día de antes perdió la suela de las alpargatas que llevaba, a mí me dolían los pies y para variar, se me estaba empezando a romper la suela y a Josefina le dolían las que llevaba. Josefina no encontró talla, pero Susana y yo sí que hicimos feria. Yo las estrené ese mismo día. 

Antes de irnos a acicalar, dimos un paseo. 



Una vez bien vestidas y arregladas, nos fuimos a la feria. Para mí fue el mejor día. Había muy poquita gente, tuvimos en seguida sitio para sentarnos en una caseta. Teníamos todo el tablao para nosotras porque no bailaba nadie. Yo hice tres sevillanas seguidas con gente ajena que me pedía bailar. Un señor de Salamanca, el fan, que dice Mari Carmen, nos abordó encima del tablao mientras bailábamos y se puso a hacerse fotos con nosotras. 

Antes de ir a comer, que habíamos reservado en una freiduría muy cerca del apartamento, dimos una vuelta y nos encontramos a un reportero del intermedio haciendo entrevistas a la gente. No nos entrevistó, pero sí que pasamos por detrás y nos captó la cámara un segundo. Mari Carmen se hizo una foto con el reportero:

De 14:30 a 15 horas, teníamos reserva para comer, pero la reserva era inexistente, menos mal que Susana y Mari Carmen pillaron una mesa vacía mientras Josefina y yo fuimos un momento a casa a quitarnos el traje de flamenca. La comida fue rara, o como dijo Susana, una matanza. El camarero hablaba más que adelantaba. El pescaíto frito estaba bueno, pero era salmorra pura. Te lo servían tal cual en conos de papel. En general fue raro. Después de comer el plan fue el mismo que el día anterior. Siesta, plaza de toros, esta vez vestidas de paisanas. Llegamos antes. Lo primero que vimos fue a Juan del Val en un photocall, que le estaban haciendo una entrevista. 

Mientras sacaba el móvil para hacerle esta foto, pasaron por delante de nosotras Los del Río. Luego Josefina y yo fuimos a comprar agua y vió que las cámaras se acercaban a un señor. Yo no lo vi y cuando nos volvimos a reunir con Susana y Mari Carmen nos dijeron que era Marichalar, el ex de la infanta. Por delante de nosotras pasó Fermín Bohórquez. Yo no sabía quién era, pero Susana me lo explicó. 

Del calor no hemos hablado. Este día fue horrible, horrible. 40 grados. Para morirse. Hizo todos los días mucho calor, pero este momento plaza de toros, para mí fue el peor de todos los días. 

Antes de ir a la feria pasamos por casa a ponernos flamencas y pa’ la feria de nuevo. 

La calle que llega a la feria y el mar de gente. La puerta de la feria al fondo. Repito que a mí me impactó. 

Una tarde más lo mismo, bailes, rebujito, fotos, paseo…

A las 12h nos fuimos para casa, a prepararnos las maletas y todo que ya era el último día. 

Jueves, 27 de abril de 2023: 


Desde la Torre del Oro, salen autobuses cada 20 minutos hacía el aeropuerto, así que sobre las 9 y poco salimos de casa hacia la parada del bus. 

En bus cuesta media hora llegar al aeropuerto. 

En esta ocasión no tuvimos problema para hacer el check in y nos entraba la maleta de cabina en el precio, solo que no la podíamos subir con nosotras, no éramos Priority. Volábamos con Ryanair en esta ocasión. La facturamos y listo, más anchas fuimos. Tras pasar el control, nos encontramos con los jugadores del Sevilla, que se iban a jugar a Bilbao. 

Desayunamos y mientras esperábamos que abrieran las puertas de embarque, vimos un espectáculo flamenco que hacían allí mismo en un pasillo. En seguida me mandaron un SMS, última llamada para el vuelo con destino Valencia. 

Fuimos para allá, entramos en seguida y el vuelo salió antes de lo previsto, que esto sí que es nuevo para mí. Ja, ja, ja. Acostumbrada a que se retrasen siempre. 

En esta ocasión nos sentamos cada una a una punta literalmente. A las 14 horas llegamos a Valencia. Llevábamos un bocata de casa con todas las sobras de la semana y comimos antes de salir del aeropuerto. A las 14:41h, como indica el BeReal, salimos de Valencia. 

Antes de las 17h llegamos a casa y a descansar…


Viaje valorado en unos 500€, no llega. Yo personalmente he disfrutado y he desconectado muchísimo, así que para repetir totalmente. También hablamos que ir cuatro personas fue ideal, porque con la gentada que había por todos lados, si hubiéramos ido más gente, una, que nos hubiéramos separado seguro y dos, que no hubiéramos tenido sitio para bailar todas ni para sentarnos. 


Ahora el próximo destino es Córdoba. Esperándolo en candeleta estoy. 
















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