jueves, 5 de marzo de 2020

Diario de viaje, Madeira

Hace un tiempo, que mi ex compañera de trabajo Noelia y yo, pensamos en ir a Lisboa, ya que Diana, una amiga brasileña, me enseñó a chapurrear portugués. Cuando fuimos a mirar el viaje, vimos unas fotos de Madeira, y Portugal por Portugal, decidimos ir allí porque las fotos nos encantaron. 


Salimos un lunes 1 de abril de 2019, desde el aeropuerto de Valencia, hacia Lisboa. Los vuelos nos exigían escala, tanto de ida como de vuelta. 

El vuelo de ida nos costó unos 150€ cada una y el de vuelta si no recuerdo mal 260€ por cabeza, tras cancelarse a 20 días del viaje el vuelo de vuelta (a la hora de comprarlos, nos exigían comprar por separado el de ida y el de vuelta). Así que nos tuvimos que conformar con el más barato, aunque aún así, casi nos costó el doble que el de ida. No facturamos maleta ninguna de las dos, así que os podéis imaginar, que para un viaje de 7 días, solo cogimos lo básico y repitiendo ropa. El vuelo hasta Lisboa, se retrasó unos 45 min, pero nos daba un poco igual, ya que allí nos esperaba 3h de escala. Una vez en Lisboa, dimos una vuelta por el duty free y comimos y ya pasó el tiempo para coger el siguiente avión. En ambos vuelos, eran de la compañía Tap Portugal, nos dieron gratis a comer, todo un detalle, la verdad. 

El vuelo de Lisboa a Funchal, capital de Madeira, también se retrasó una media hora. Sobre las 7 de la tarde llegamos a Funchal. 

Lo primero que hicimos, a parte de ir a recoger la maleta, porque por empanadas, nos la mandaron a bodega, fue ir a alquilar un coche. Aquí pecamos de pardillas, porque nos dijeron que alquilándolo por web era más barato. Así que os dejo el consejo, si tenéis que alquilar coche en algún lugar, hacerlo por anticipado, a parte de que el trámite es más rápido cuando llegas, es más barato. La empresa que nos lo alquiló fue Hertz. Nos costó algo más de 450€ para los 7 días. El coche era un Renault Kadjar, según la mujer que nos atendió, un coche grande a precio de uno de los pequeños. Y con mucha potencia, porque la isla tienes muchas cuestas y si el coche no tira, te quedas. 

Para salir del aeropuerto, cogió el coche Noelia. Enseguida entendimos lo de que el coche tenía que tener potencia. Madre mía de mi vida, vaya cuestas que tiene la isla. Por autovía no pasabamos de 90km/h no os digo más. Para llegar al apartamento, pegamos la vuelta a toda la capital, porque las cuestas parecían precipicios, asomabas el morro del coche y no veías la cuesta de lo empinada que era. Después de media hora larga, llegamos al Bed & Breakfast. Es una nueva moda de alojamiento, era una casa vieja, que alquilaba habitaciones, tipo apartamento, pero te limpiaban la habitación día sí, día no. En este caso era el Vitorina Corte Gesthouse, en la zona más turística de Funchal. Para aparcar horrible, la calle estrechisima. A segunda línea del mar. 

En la habitación teníamos baño (era opcional privado o compartido), había 3 camas, 2 individuales y una de matrimonio, con que aún hubieran podido dormir 2 más y teníamos tazas, vasos, infusiones, nevera y microondas. Este B&B nos costó 300€ entre las dos, que de precio está genial para 6 noches.

Dejamos las maletas y nos fuimos a comprar el desayuno, ya que ahí daban a desayunar por 6€, que no es caro, el problema es que abrían el comedor a las 8.30 y nosotras a esa hora ya llevábamos media jornada hecha. Enfrente del B&B había como un mirador y no pudimos resistirnos a hacernos unas fotos. 

Ese domingo antes de irnos, habían cambiado la hora, en Portugal es una hora menos, así que según España, calculaba que se haría de noche sobre las 7.30h, pero para mi sorpresa, anochecía a las 9. Así que nada más acabar de comprar, pudimos ver atardecer a orillas del mar de Funchal. 

Volvimos al B&B a descargar la compra, y ya eran casi las 9. Decidimos ir a cenar a A Bica, un restaurante a 10 min de donde nos alojábamos. Estaba un poco escondido pero cenamos genial. Lo único que sufrimos momento estrés, porque de la carta no entendíamos ni papa, era un sótano y no teníamos cobertura para usar el traductor de google y nos estaban metiendo prisa, porque a las 10 cerraban la cocina, y serían sobre las 9.15h. Así que pedimos un poco a boleo. Claro, hay que tener en cuenta, que en Portugal a las 19h ya se cena, y nosotras íbamos a horario español. Bueno, cenamos rápido pero muy bien, y nos costó la cena sobre unos 30€ entre las 2. 

Es muy típico en todos los restaurantes, que con lo que pidas te sacan acompañamientos. En este caso incluídos en el precio nos sacaron arroz y patatas hervidas con judías. Después de cenar ya nos fuimos a dormir. 


Martes día 2 de abril de 2019: 


Nos levantamos sobre las 8 de la mañana, desayunamos en la misma habitación y nos fuimos a hacer la ruta de Caldeirao Verde, una levada que está en Santana, a unos 45 min de Funchal. Una levada es un canal que transporta agua. 

En este caso era un trekking de unas 4 horas. Para llegar, parece que te vayas a Mordor, una carretera estrechísima, que no se cruzan dos coches (hay entradas de vez en cuando para que uno de los dos se pueda apartar) y está muy mal indicado, de hecho nos pensábamos que nos habíamos equivocado al estar ya casi a la salida del trekking, y volvimos a bajar y tras volverlo a buscar en el gps, volvimos a subir porque nos seguía indicando por la carretera de Mordor. El valle en el que se encuentra la levada, se llama Ribeira de Sao Jorge. Al llegar, tras perder un montón de tiempo por no estar bien indicado, el parking era de pago. Lo pagó Noelia y no me lo quiso cobrar, por lo que no sé cuando le costó (le preguné luego y me dijo que poco más de 1€, aún bien para haber estado unas 5h). Para ir a este trekking, en los blogs recomendaban coger zapatillas y calcetines de recambio, ya que pasas por 4 túneles y está todo con barro. Así que llevábamos todo de recambio. Se ve que la gente que escribió el blog, no sabía lo que era el GoreTex, porque nosotras hicimos 4h lloviendo a cántaros, con chaqueta, pantalón y zapatillas impermeables, y no nos mojamos en absoluto. Al llegar al coche nos quitamos el envasado al vacío y listo, íbamos secas por debajo. Eso sí, nos fuimos a refugiar al baño que había allí al parking, porque seguía lloviendo cuando llegamos al coche y nos cobraron 0.50€ por usarlo. Bueno, voy a profundizar en el trekking. Esta levada era híper mega estrecha. Ibas como en un bordillo de un palmo casi todo el camino, por un lado la levada con el agua y por el otro barranco. 

    

Por el camino, hay 4 túneles, no se ve ni papa, aunque no son muy largos, por eso es recomendable llevar linternas, nosotras llevábamos frontal.

La lástima de estar todo el camino lloviendo, es que casi no pudimos contemplar la cascada gigante del nacimiento de la levada. Nos hicimos 4 fotos deprisa y corriendo y en marcha otra vez para volver. 

Cuando terminamos el trekking, nos fuimos a comer al mismo Santana. El restaurante al que fuimos se llamaba Cantinho Da Serra. Nos costó 40€ entre las dos. La verdad es que la gastronomía, vayas donde vayas, es espectacular. Noelia se pidió picaña de ternera a la piedra, le sacaron la piedra caliente y la carne cruda, y ella misma se lo hacía a la piedra al gusto, un espectáculo, la verdad. Yo me comí algo más básico, cordero con patatas guisado, pero estaba buenísimo también. 

 

Al termina de comer nos fuimos a Sao Vicente, un pueblo a una hora más o menos de Santana. Allí fuimos a ver unas grutas, creadas por la lava volcánica. Era una visita guiada en portugués y en inglés. La entrada eran 8€ por persona. La guía hablaba muy lento en portugués y se le entendía bien. A todo esto, yo de portugués 0. Hablarlo nada, vergüenza y entenderlo lo entendía Noelia mejor que yo. Luego nos hicieron un audiovisual, una realidad virtual y un video en 3D, donde explicaba cómo se creó la isla de Madeira y las grutas. La verdad que estuvo muy bien, nos gustó. 


Al terminar de ver las cuevas, nos fuimos a Ribeira da Janela, a unos 10 min, a ver un acantilado que se llama Ilheus Roca Pináculo. Unas rocas gigantes que se quedaron en medio del mar cuando se formó la isla. 

Por último, fuimos a Porto Moniz, también a unos 10 minutos, a ver unas piscinas naturales. 

Desde Porto Moniz, teníamos una hora más o menos hasta Funchal, así que se nos volvió a hacer tarde otra vez y volvimos a cenar a hora española. En este caso, fuimos a un restaurante que la cocina cerraba a las 11. A Taberna Madeira. Este era rollo tapas. Nos hicimos 3 tapas y cenadas. Nos costó 36€ entre las 2. Y esta vez la botella de vino no la perdonamos ya. Después de cenar ya tocaba irse a dormir. 


Miércoles día 3 de abril de 2019:


El miércoles, queríamos ir a Porto Santo, una isla cercana a Madeira. Sabíamos que el ferry salía a las 8, así que fuimos para allí pero nos encontramos la oficina para comprar los billetes cerrada. Había 2 policías desayunando en un bar y les preguntamos. Nos dijeron que para coger el ferry había que estar una hora antes y que los billetes los teníamos que comprar por anticipado, así que el gozo en un pozo. Como a lo largo de la semana teníamos pensado visitar la capital, pues nos pusimos a ello. Empezamos por el mercado dos lavradores, que lo teníamos cerquita. Allí es muy curioso, porque la gente se pone la indumentaria típica de Madeira y venden mayoritariamente flores. También se venden frutas tropicales, típicas de allí y recuerdos. Por la mañana venden también pescado fresco. Estuvimos como una hora por ahí, comprando semillas de flores y recuerdos. 

  

Una de las cosas que caracteriza Madeira, son sus teleféricos. Digamos que la capital esta partida en 2, la parte de abajo es Funchal y la parte de arriba, Monte. Después del mercado íbamos a ver el jardín botánico. Lo suyo hubiera sido subir en teleférico hasta Monte, y de Monte al jardín volver a coger otro. Como somos unas caguetas, no subimos a ninguno y nos fuimos hasta el jardín a pie, una hora cuesta arriba muy empinada. Encima por el camino se nos puso a llover. Después de una asmada importante, por fin llegamos. 

La entrada nos costó 10€ entre las 2 si no recuerdo mal. El jardín es gigante, pero no vimos ni la mitad, ya que nos cayó una tromba de agua y tuvimos que meternos en un bar. Allí probamos los pasteles de nata, típicos de Madeira y la verdad que me encantaron. Aproveché desde allí también para escribir unas postales que compré para Balma y Diana, mis amigas y a Violeta y Clara, ex compañeras de trabajo. Como no paraba de llover, decidimos plastificarnos de nuevo, con la chaqueta y el pantalón impermeable e irnos de nuevo por la zona donde teníamos el B&B. Allí fuimos a tirar las postales y aprovechamos para comprar los billetes de ferry para ir a Porto Santo. Los cogimos para el sábado. A comer, en los blogs, recomendaban ir a una marisquería que tenía piscinas naturales. A todo esto, de bajar todas las cuestas, Noelia se tocó de la rodilla, y la marisquería estaba a unos 45 min a pie, así que decidimos coger un taxi. El taxista muchísimas ganas de hablar y cuando le dijimos que queríamos ir a la marisquería Doca do Cavacas, nos recomendó que fuéramos a otra, que estaba enfrente, igual de precio y que personalmente le gustaba más. En realidad lo chulo de Doca do Cavacas hubiera sido poder aprovechar las piscinas naturales, pero como no nos íbamos a poder mojar, pues nos daba un poco igual donde comer. El taxista nos contó, vete tú a saber si era verdad, que conoció a Cristiano Ronaldo cuando tenía 7 años, que era de una familia muy pobre, que vivía en un pueblo a 10 min de Funchal que se llamaba Santo Antonio y que ahora todos los de su familia llevan mercedes, media isla es suya y su hermano le lleva el museo. Nos dijo también que la marisquería donde nos estaba recomendando ir, iba Cristiano alguna vez. En fin, llegamos a la marisquería que nos recomendó, se llamaba O Barqueiro. Sale del taxi el taxista, nos entra dentro y nos enseña todo el pescado fresco que tenían a la vista. Nos dijo:

  • ¿Os gusta? Ala, pues yo me voy y le dejo mi teléfono a la camarera, así cuando terminéis que me llame y vuelvo a buscaros. Ya me pagaréis luego.

Imaginarse como nos quedamos, esto aquí a España no es normal. Al final le pagamos, por si luego nos jodía estacada. Nos cobró 8€ y nos dijo que el de la vuelta nos cobraba lo mismo. Ahora figuraos el evento, una marisquería de “lujo” y Noelia y yo mojadas y llenas mierda, barro, etc… que no se ni como nos dejaron entrar. Los y las camareras iban todos en traje. Antes de elegir, ya nos sacaron de entrante unas croquetas, una crema de verduras y pan de ajo. Todo esto gratis. Luego pedimos la mariscada y una botellita de vino. 

El precio de la comida fue de unos 80€ entre las dos. Estaba todo buenísimo y las gambitas peladas, todo un detalle. No se si podrá apreciar en la foto pero solo les dejaron la cabeza y la cola. Bueno, pues terminamos de comer y la camarera llama al taxi. Para hacer tiempo en lo que llegaba, Noelia se puso a hacer fotos al pescado fresco. Total que la camarera la ve, nos engancha, nos casca un gorro a cada una típico de Madeira y un camarero nos pone la cola de un pescado entre las manos y ala, todos partidos de risa haciéndonos fotos, nosotras las que más, como si fuéramos monas de feria. 

 

Después de hacer el circo, como todavía no había llegado el taxista, nos asomamos a ver la marisquería que queríamos ir en principio, no sé si se comería mejor o peor que a esta, pero desde luego las vistas eran más chulas. 

Cuando vino el taxi, esta vez le dijimos que nos dejara al museo de Cristiano Ronaldo, que estaba más o menos donde nos había recogido. Tal y como nos dijo, nos cobró 8€ de la carrera, aunque ni él tenía cambio ni nosotras llevamos suelto, así que le dimos 10€. El museo pues mira, por decir que hemos estado iavan, que era una salucha con 4 tonterías. Claro, esto lo digo yo que ni me va ni me viene, supongo que a quién le gusta pues no pensará igual. 

 

Al salir del museo, dimos una vuelta a unas tiendas de recuerdos que debe ser todo de él, porque estaban junto al museo y un hotel que llevaba su nombre. Luego camino al B&B caminamos junto al puerto, dimos una vuelta por la zona céntrica y nos fuimos a cenar. La verdad que para cenar, después de la mariscada, no teníamos mucha hambre, así que decidimos ir a lo básico, pizza. Fuimos a una pizzería justo a la calle de abajo del B&B, una pizza pa’ las dos y la bebida, por 12€ cenadas y a dormir.


Jueves día 4 de abril de 2019:  


Para el día de hoy alquilamos un todoterreno. Hay varias páginas que los alquilan (con conductor guía) nosotras lo alquilamos por Get Your Guide. 25€ por persona 4h. En principio contratamos centro de la isla, al bosque de Laurisilva, patrimonio de la humanidad y en español. Lo contratamos el martes, en cualquier página te pone que hay que contratar con un mínimo de 2 días de antelación. Nos mandaron un correo, que la ruta que tenían disponible, no podía ser al centro de la isla, tenía que ser otra. Como nos daba igual blanco que negro, la aceptamos. Luego nos mandaron otro correo que en español no podía ser, que tenía que ser en inglés o en portugués y les contestamos que en portugués. Estas agencias van a recogerte a la puerta del alojamiento, pero en nuestro caso, como está un poco mal comunicado, nos dijeron que nos recogían da paragem de autocarro do teleférico do Funchal às 8:30 aproximadamente. Total, que resulta que autocarro es autobús y yo pillé que que era a la salida del teleférico. Total que llevábamos allí bastante rato esperando, ya casi era la hora y nos parecía raro que no apareciera nadie. Así que decidimos traducir con el bendito traductor de google y pillamos que era la parada de autobús del teleférico. En fin, estaba al lado, nos acercamos y ya nos estaban esperando. Eran las 8.30 en punto, nos disculpamos por la confusión pero nos dijo el hombre que no pasaba nada, que era la hora que tocaba. El hombre se llama Jorge, se nos portó súper bien. Primero fuimos a por dos chicas más a sus hoteles para hacer la visita con nosotras. Una joven, de Austria y otra mayor, de Irlanda. Ambas hablaban inglés y Jorge nos preguntó si podía hacer la visita en inglés. Le dijimos que no, que de portugués aún pillamos algo, pero de inglés ni papa, así que la hizo en ambos idiomas. La primera parada fue para ver las vistas y las construcciones de los pueblos. En la foto que adjunto a continuación se ve un pueblo construído en una ladera. Alrededor del pueblo, el terreno hace como escaleras, nos dijo Jorge que eso se llamaba pollo, como gallina en España, jajaja. 

Nos contó que allí no pueden llegar máquinas para construir las casas y que los materiales se los lleva cada uno a costillas. Que ahí no pueden llegar coches y que de donde puedes aparcar el coche hasta la puerta de tu casa, pueden haber 20 minutos caminando. Las casas las construyen entre todos los vecinos del pueblo durante los fines de semana que es cuando no trabajan. Una casa puede tardar en construirse unos dos años aproximadamente. Nadie se compra casas ahí, sino que las heredan. Luego fuimos a ver un mirador y a ver otros pueblos con las mismas características. 

 

Después de esto fuimos un ratito por el medio del monte y fuimos a tomar algo a un bar. Luego nos fuimos a una levada, que iba por mitad del camino. Era muy curioso porque ahí si se cruzaban dos coches, no cabían y no te podías apartar porque te metías en la levada. Pasamos miedito un rato. 

       

Por el camino le contábamos a Jorge lo que habíamos hecho hasta ahora en Madeira y lo que teníamos pensado hacer. Él nos iba dando recomendaciones. Una de las cosas que queríamos hacer es ir a Faja Dos Padres. Un acantilado que solo se puede bajar en teleférico. Era verlo iavan, porque teníamos claro que no íbamos a bajar. No entraba en la ruta, pero como quedaba cerca de donde íbamos, nos llevó para que lo viéramos, así ya no tuvimos que volver nosotras por nuestra cuenta, la verdad es que este hombre se nos portó súper bien. 

Luego nos fuimos a un acantilado, con un mirador con una plataforma de vidrio. No daba mucha caguera porque llovía y estaba mojado y empañado, por lo que no se veía que estabas elevado sobre la nada. 

Después de ahí ya nos llevó a cada una a su alojamiento. Le comentamos que por la tarde queríamos ir a hacer un trekking en una levada llamada 25 fontes. Nos dijo que no era recomendable hacerla por la tarde ya que ir era una hora, luego un autobús te lleva media hora más y el trekking eran 3h más, entonces nos dijo que esa caminata era recomendable hacerla por la mañana, no cara a la noche. Nos recomendó ir a hacer la de Ponta de Sao Lourenço, que estaba solo a 30 min de Funchal. Nos recomendó también cenar un pescadito en Caniçal, el pueblo donde se empieza la ruta. Como era la 1 cuando nos dejó al B&B, decidimos marchar a comer a Caniçal en vez de a cenar. Comimos en Snack-bar Frente Ao Sol. Tal y como nos indicó Jorge, comimos un pescadito, eso sí, no me preguntéis cual, porque miramos la foto y le dijimos al camarero que nos trajera el de la foto jajaja. Creo que esta comida nos costó unos 50€ entre las 2. 

Después de comer iniciamos el trekking. Dura unas 3h. Se nos hizo bastante duro, la verdad. Al principio es bastante llano, pero luego termina en un pico cuando más socarrada estás. Noelia no llegó al final y se acabó de joder la rodilla del todo, le costó bastante la vuelta, sobre todo a las bajadas. Yo llegué a la cima pero muriéndome, todo hay que decirlo. Para que sepáis que es exactamente Ponta de Sao Lourenço, os dejo un copia pega de google mu re bien explicau: La Punta de San Lorenzo en una península que conforma, junto al islote de Farol y el islote de Cevada, el extremo este de la isla. Es un gran brazo de rocas en el que pueden divisarse a lo lejos las otras islas del archipiélago portugués.

  

Lo bueno de todo esto, es que a mitad había un oasis con un camarero buenarro. Que agusto me bebí una pepsi, aunque me clavaron 2.5€. La pena era el viento que hacía, que después de la socarrada, nos quedamos allí frías. 

(Lo de las palmeras que se ve, era el oasis, un barecito)


Al terminar la caminata, fuimos a tomar algo a un bar y nos fuimos para Funchal. Esta noche Noelia no quería cenar porque no se encontraba muy bien. Yo me hice un bocadillo, con un pan típico redondo de allí con jamón york y queso y me pillé una fanta, que por cierto, ahí había de sabores raros, como por ejemplo de maracuyá, pero yo me cogí sabor básico, de naranja y ya va bien y fuimos a comerlo al puerto a unos bancos que habían frente al mar. Luego ya nos fuimos a dormir. 


Viernes día 5 de abril de 2019:  


Hoy nos disponíamos a ir a Pico Ruivo, al pico más alto de la isla, a 1800m de altitud. El día de antes nos dijo Jorge, que había nevado y que daban una previsión para hoy de -3. La verdad es que no íbamos preparadas para tanto frío. Al bajar la primera escalera del B&B Noelia ya se sintió la rodilla, así que decidimos hacer un día más light. Primero nos fuimos a ver dos miradores, entre Machico y Caniçal. Caniçal fue donde estuvimos el día antes y Machico está a 10 minutos. El primer mirador que fuimos se llamaba Pico do Facho. se veía Funchal desde otra perspectiva. A todo esto, aún no hemos hablado del aeropuerto. Dicen que es el más peligroso del mundo. Desde este mirador, se veía la pista. Es lo que se ve a la izquierda de la imagen. Es una pasarela tal cual construída encima del mar y por debajo es carretera. Os dejo de paso también un par de imagenes de cuando pasábamos por debajo.

  

Luego nos fuimos a ver el otro mirador, se llama Miradouro do Senhor dos Milagres ou da Queimada. Un consejo, si lo buscáis, buscadlo por Miradouro da Queimada, porque por el otro nombre no nos salía. Otro consejo, si vais desde Funchal, hacerlos al revés, porque nosotras reculamos, el primero está más lejos que el segundo. Este mirador, como veréis a la foto que os dejo, nada que ver con el anterior. 

Luego nos fuimos a Santana, a ver las típicas casas que se construían allí. Se ve que antes, como estaban incomunicados, la gente tenía que construir con materiales que les proporcionaba el terreno, y las hacían así. Se hacían así en toda la isla, pero solo se han conservado las de Santana. La verdad que son chulísimas. Con Noelia lo comenté que de las primeras fotos que vi de Madeira cuando decidimos ir, fueron las casetas estas. 

Ahora estas casetas se usan totalmente de atracción turística, una de ellas es una oficina de turismo y el resto, las que están abiertas, son tiendas de recuerdos. En una de ellas,

vendían productos típicos caseros e hicimos carga. También vendían poncha recién hecha y nos hicimos un vasito. La poncha es la bebida típica de allí. Ya la habíamos probado, la de limón y nos pareció muy fuerte. Se hace con aguardiente y luego cada una varía los ingredientes. La típica es la de limón, que fue la que probamos. Esta vez nos la hicimos de maracuyá. Igual de fuerte pero con un sabor un poco más dulce. Luego el día que fuimos a Caldeirao Verde, descubrimos que allí mismo en Santa había un parque temático, estaba muy cerca de las casas, de hecho, dejamos el coche al parking gratuito que hay delante de las casas y nos fuimos a pie hasta el parque, yo creo que nos costó 2 minutos caminando. Nos gustó un montón. Tenía figuras gigantes de todas las cosas típicas de Madeira. Nos daban una vuelta en trenecito, un simulacro de ir en barca y una sala de realidad virtual. Allí echamos la mañana. Os dejo fotos que es como mejor me explicaré. 

Cuando terminamos de ver el parque, nos fuimos a comer a Quinta do Furao. Está en el mismo Santana. En este restaurante recomendaban hacer un espeto de vaca, típico de Madeira. Pero para nuestra sorpresa, la comida no fue para tanto. Pedimos eso y otro tipo de carne en hojaldre, pero el espeto nos pareció escaso y seco y lo otro no nos gustó una salsa que llevaba. No recuerdo bien lo que nos costó, muy caro no, pero a proporción de lo comido, yo personalmente no lo recomendaría.

Después de comer, nos fuimos al museo de las ballenas, en Machico. La entrada no recuerdo cuánto nos costó pero para lo que era, era caro. A mí no me gustó. Para empezar estábamos cansadas. El museo iba de cuando se cazaban ballenas. Vídeos de como las mataban, para que utilizaban las partes de su cuerpo, me pareció una salvajada. Nos dieron una audio guía pero se hacía súper cansina. Se supone que la visita duraba mínimo una hora pero yo creo que a la media hora ya estábamos fuera, nos estábamos aburriendo y durmiendo, así que decidimos irnos a descansar un poco. 

 

Después de descansar un ratito en el B&B, nos fuimos otra vez al mercado dos Lavradores, a comprar los últimos souvenirs que nos faltaban. Mirad qué cambiado estaba de un día a primera hora a, a última hora: 

Ésta es la misma foto, que la del dia 3, que sale Noelia totalmente sola y aquí está a petar de frutas. Luego nos fuimos a hacer fotos por la zona donde estábamos que la verdad que la teníamos abandonada y nos salieron algunas fotos chulísimas, os dejos alguna: 

 

(Forte de Sao Tiago) Dentro de este fuerte hay un restaurante. Recomiendan ir a cenar, nosotras fuimos a ver el menú y nos pareció caro, al final no fuimos a cenar ningún día. 

A cenar fuimos a un restaurante llamado sabor a fado. Llegamos allí y es un recibidor muy pequeño, abrimos la puerta y una mujer que estaba cantando nos hace señas para que no entremos, para que nos esperemos. Noelia y yo nos miramos con cara de poema y enseguida sale la chica, le preguntamos si podemos cenar y nos dice que no podemos elegir, que solo le queda la última mesa. Pues nos es indiferente y aceptamos. Nos sentamos, todas las mesas juntas, al lado unos guiris, todo oscuro y nosotras a primera fila, y se ponen a cantar fados. La verdad que no sabíamos de qué iba el tema y nos cogía la risa. Total, cantan unos fados y encienden la luz. El evento era buenísimo. 2 tocando la guitarra y 3 mujeres y una nena cantaban. La verdad es que era caro. Te tenías que coger 2 platos. Si solo cogías uno, pagabas igualmente 25€ como mínimo. Si te partías un plato, pagabas 10€ de suplemento. Te cobraban 5€ por estar ahí escuchando la música. Aún así, yo fue el mejor plato que probé en toda la semana. Caldereta de pescado, estaba espectacular. Noelia se pidió sopa de pescado y también estaba buenísima. 

   

Nos divertimos mucho esta noche, nos cantaron María la portuguesa dedicado a nosotras y en español. De vez en cuando, iban cantando fados toda la noche y estuvo muy bien. Aquí nos cobraron 80€ entre las dos por la cena. 


Sábado día 6 de abril de 2019:


Hoy llegó el día de ir a Porto Santo. A las 7.30h teníamos que estar al ferry. Intentamos ir a pie, que tendríamos unos 45 min del B&B al puerto, pero cuando llevábamos unos 15 min caminando, a Noelia se le resentía ya mucho la rodilla y cogimos un taxi, fue lo mejor, cómodo y rápido. Nos cobró unos 5€. 2.30h hasta Porto Santo. Mitad camino durmiendo, se notaba que era la recta final del viaje, porque estábamos reventadas. La noche anterior, con tanto fado, nos acostamos sobre las 12 y yo creo que hoy nos levantamos a las 6. O sea que nos dormíamos por los rincones. Cuando llegamos a Porto Santo, la idea principal era alquilar una bici, pero decidimos no hacerlo por el bien de la rodilla de Noelia. Cogimos un autobús a la salida del puerto y nos llevó a Vila Baleira, que es la única ciudad que hay en Porto Santo. Allí nos compramos billetes de un autobús turístico que salía a las 14h y daba la vuelta a la isla. Lo primero que hicimos es ir a mojarnos los pies a la playa. Dicen que ese agua es muy buena y la arena también porque tiene propiedades terapéuticas raras. Así que nos descalzamos y caminamos un rato por la playa, entre la arena y el agua. 

  

Luego, como aún era pronto para comer, decidimos echarnos media hora en unas escaleras que había allí mismo en la playa e intentamos hacer media hora de siesta del borreguet. Había otras guiris haciendo lo mismo, o sea que no éramos las únicas que dábamos pena, jajaja. 

Luego ya nos fuimos a comer a hora guiri, porque a las 2 teníamos el bus. Miramos en las recomendaciones y el restaurante al que recomendaban ir a comer estaba literalmente a la otra punta de la isla, Ponta da Calheta. Luego fuimos a otro, pero estaba cerrado. Así que paramos a una plazoleta, sinceramente el primero que encontramos. No comimos mal. Yo volví a hacerme un espeto de vaca y no estaba muy hecho pero estaba bueno. Nos costó 35,4€ entre las dos. Tengo aquí el pago que realicé por tarjeta y me pone Gelburguer de nombre, pero sinceramente no recuerdo si se llamaba así. 

Terminamos de comer a las 2 justas y nos fuimos al bus. Era top. Era descapotable de mitad para atrás y nosotras íbamos las últimas. 

    

Dimos la vuelta a la isla, que solo tiene 6 km e hicimos 3 paradas. La verdad que las vistas espectaculares en los 3. Os dejo aquí las fotos. 

Al terminar la ruta turística aún teníamos una hora hasta coger el autobús de volver. Así que nos fuimos de compras y a merendar. Si no recuerdo mal a las 5 salía el bus y a las 6.30 el ferry. A todo esto, nosotras nos tomamos biodramina porque el barco se mueve mucho y no vale la pena arriesgarte a marearte y pasar todo el día mal. La tomamos con cafeína pero aún así nos pasamos sobando tanto medio viaje de ida como de vuelta. Llegamos a Funchal sobre las 8.30h, cogimos un taxi hasta el B&B y pasamos primero a comprarnos la cena. Era como una especie de pizza lo que nos compramos, en una panadería y lo cenamos al B&B. Al pasar por donde teníamos el coche aparcado… ¡Tacatá! Multaca de 60€ por aparcar mal. Lo aparcamos a la misma calle del B&B pero ponía só moradores, que suponemos que era los que vivían allí. Lo apartamos un poco más arriba, que tampoco se podía, pero pensamos que era mejor pagar que no aparcar al quinto pino por esas callejuchas imposibles. En fin, llegamos al B&B, cenamos, hicimos la maleta y a dormir. Una pena que el avión saliera a las 6h de la mañana, porque debajo del B&B había un chiringuito con una orquesta dpm. El que nos cancelaron salía casi a la 1 del mediodía. Nos hubiera dado tiempo a salir un rato y hacer fiesta, pero bueno, es lo que hay.


Domingo día 7 de abril de 2019:


A las 3 de la mañana p’arriba. Fuimos primero a poner gasoil y al aeropuerto. Nada más llegar fuimos a devolver la llave del coche. Como era tan pronto y no habían abierto, la teníamos que dejar a un buzón que tenían a la puerta. Total, cogemos la llave, junto con la multa y una nota que nos la descontaran de la tarjeta, que no teníamos tiempo de ir a pagarla. A re dios, antes de llegar a España ya me la habían cobrado.

El vuelo se retrasó 10 min por lo que entendimos, porque había tráfico aéreo. Nos volvieron a dar de almorzar en el avión.

 

Al llegar a Lisboa, solo hacíamos una hora de escala. Nada, tiempo de ir al wc y ya habían abierto la puerta de embarque. Al ir, llevábamos los billetes de avión en papel como toda la vida del señor. Al volver intentamos que en el B&B nos los imprimieran, pero allí cuando te hacía falta algo, nunca había nadie. Esa es una de las cosas malas para mí que tenía. En fin, nos lo mandamos el billete en sms y se nos iba actualizando tal y como iban abriendo las puertas de embarque e íbamos pasando los controles. Total, abren la puerta de embarque, vamos para allá y como tenemos la gran virtud de hablar a voces, le digo a Noelia, mira, me acaban de mandar un sms, puerta de embarque abierta, 22A. Y un señor que había al lado nuestro nos dice, esta es la 22, la 22A es la que está aquí al lado. Salimos y una cola del copón. A mí me volvieron a mandar la maleta a bodega. Un consejo, si os tenéis que comprar maleta de cabina, que sea rígida. La mía cumple las medidas, pero como es de tela, cuando la llenas no se comprime, entonces abulta más y consideran que no va a caber en el cajón del avión. La de Noelia no se la facturaron, pero la mía 2 veces. Pos si os sirve de consejo, es bastante útil, la verdad, si no luego pierdes 20 min para ir a recogerlo, que es lo único malo. 

   

Este vuelo salió bien de hora. Llegamos a Valencia sobre las 11.30h, pero al tener que ir a recoger mi maleta, salíamos de allí a las 12 menos 10. Nos esperaba mi padre a la sala de llegadas, que es donde hubiéramos salido si no hubiera tenido que ir a por la maleta. Total que estábamos a la otra punta y no nos encontrábamos. Al final dice Noelia, dile que salga a la calle que por fuera será más fácil. Y así fue, salió, y nos vimos enseguida. Sobre la 1 dejamos a Noelia en Castellón y nosotros a las 2 llegamos a casa. Y fin del trayecto.


Consejos y recomendaciones personales:

  • En el mes de abril no es buena época para ir, nos hizo frío a parte de mucha lluvia. Yo recomendaría ir la primera quincena de junio y la última de septiembre, ya que cuando estuvimos en Porto Santo que vimos 10 min el sol, nos socarramos la cara, así que yo creo que en esa época no se pasará de calor ni de gente.

  • Nosotras fuimos 7 días, que en realidad fueron 5 porque los otros dos nos los comimos viajando. Yo recomendaría mínimo 10 días y si puede ser 15 ya un lujo. A nosotras el viaje entero, contando dietas, alojamiento, transporte… nos costó unos 1500€ por barba. Imagino que más días y en épocas más turísticas pues será más caro, pero es que una vez al año que no hace daño y una vez allí que posiblemente no vuelvas, pues vale la pena. Yo iría 15 días. Para verlo todo bien y hacer relax. Por la mañana hacer algún trekking, alguna actividad y/o ir de turisteo. Después de comer hay mil sitios donde ir a mojarse y pasar una buena tarde de relax. 

  • A Porto Santo, ir 2 días. Entre ir y volver ya te come 5h. Pues en vez de hacerlo todo en un día, hacerlo en 2. Un día lo puedes gastar para visitar la isla y el otro de playita y relax. 

  • Esta es recomendación de Noelia a la que yo también estoy muy de acuerdo, igual que la de Porto Santo, también es recomendación de ella. Fui yo quien decidió hacer la excursión en todoterreno ya que me hacía ilusión porque te lleva por sitios que no podemos acceder con un turismo. Pues a Noelia le gustó porque te lleva por sitios imposibles, que nosotras con el coche hemos padecido bastante y con el todoterreno vas segura y por todos los lados. Pues una de las recomendaciones es que a todos los sitios que se pueda, ir en todoterreno. Nosotras cogimos una excursión de 4h, pero hay de 8 dónde te llevan a un montón de sitios y puedes elegir varias excursiones a varios sitios. Pues nuestra recomendación es hacer todas las que se puedan, llevas al conductor guía, te lleva por sitios imposibles y te lo explica todo genial, a 25€ por persona 4h, creo que es asequible.  


Pues hasta aquí mi diario de viaje, espero que os haya gustado, que tengáis ganas de ir y si váis que disfrutéis y que os sean útiles mis consejos. Bye.    

  


   

  

 




 


No hay comentarios:

Publicar un comentario